
Verde
Según la sabia Wikipedia: “Se denomina verde a los colores que se perciben entre el amarillo y el azul, lo que corresponde a una fotorrecepción de luz cuya longitud de onda dominante mide entre 495 y 570 nm. Ocasionalmente se le llama también prásino o sinople”.
Este rollazo no nos dice mucho. Pero si lo miramos directamente, el verde tiene algo que ningún color tiene. No sabemos muy bien qué, pero hay algo en él que conecta con nuestra raíz primate. Con el verde rodeándote, estás como en casa. O, peor aún, si eres un urbanita hasta las narices del ir y venir de los claxons, sirenas y del murmullo más propio de la Torre de Babel, saldrás de casa para zambullirte en el verde como quien se aferra al pecho materno. Porque si, tiene algo primitivo y totalizador. Será por eso que es el color que mejor percibimos o, al revés, y amamos el verde porque es el color que más presente tenemos.
Y nada más verde que el San Patricio, que esperamos que festejéis por todo lo alto (sin pasarse de vena irlandesa) llevando encima nuestras joyas más prásinas (toma palabreja nueva). Esta semana os damos tres ideas con nuestro molinillo, barco y pájaro verdes pero si os sumergís en nuestro catálogo encontraréis ¡todas las tonalidades de papel verde que existen en el mundo conocido! Y mira que los gallegos tenemos el ojo muy entrenado con este color, ¡como los inuits con el blanco! Ya dice nuestro himno:
“Do teu verdor cinguido
e de benignos astros
confín dos verdes castros
e valeroso chan,
non des a esquecemento
da inxuria o rudo encono;
desperta do teu sono
fogar de Breogán.”