Fiestas

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Si algo bueno ha tenido todo esto del COVID en cuanto al ocio y las fiestas veraniegas es que nos ha obligado a volver a la olvidada cultura del guateque. Nos está dejando de gustar ir a una discoteca y estamos empezando a aficionarnos de nuevo a asistir a las fiestas de jardín que organiza ese amigo o amiga que tiene piscina, o a volvernos grandes y generosos anfitriones.

Hemos vuelto a valorar esas dos horas de preparación de comilonas en la parrilla y cócteles en el mueble bar y hemos empezado a disfrutar de ese volumen razonable de la música, que nos permite tener conversaciones que vayan más allá de monosílabos a grito pelado. 


Y todo esto sin dejar la coquetería y el adorno de lado. Es más, ahora nuestra vestimenta y joyería lucen bastante más sin todas esas luces estroboscópicas que hacen irreconocible hasta nuestro propio reflejo en la cola del baño de un local cualquiera.

Esta semana, en Instagram, os damos tres recetas sabrosas para animar el ambiente y os recomendamos tres joyas de papel para lucir en cualquier evento que exija cierto gusto y etiqueta (la fiesta en casa de vuestro primo tercero también cuenta, claro). Ya sabéis: os ponéis nuestros pendientes de hojas verdes, os preparais un mojito o un sex on the beach, le dais al play a We are family, de Sister Sledge y a disfrutar de la familia y de los amigos como se hacía antes de que para tomar algo hubiese que pagar obligatoriamente un ropero o un reservado.